En manos de un remisero

En manos de un remiseroEsa noche había salido con algunas amigas, a celebrar el divorcio de una de ellas. Estela era una buena amiga, pero con su marido era una perra, que lo humillaba y le metía los cuernos a morir. Hasta que un día el pobre tipo se hartó y le pidió el divorcio, justo lo que quería Estela?Entonces esa noche nos reunimos todas las perras y decidimos imitar a Estela, metiéndole los cuernos a nuestros esposos, pero sin llegar a conseguir ningún divorcio?Camila y Helena, que por supuesto esa noche formaban parte del grupo, pronto desaparecieron en brazos de un par de pendejos apuestos y ya no volvimos a verlas por el resto de la noche?Por otra parte, Susana se enredó con una nena que parecía ser un travesti. Nos saludó desde lejos y se fue de la mano de esa chica ?con pito??La última en desaparecer fue la agasajada Estela, que fue casi raptada por un stripper musculoso y tampoco volvió a aparecer.Me quedé sola en la mesa; con demasiadas margaritas encima y un poco mareada. Varios tipos osaron acercarse a mí; algunos con más suerte que otros, ya que, en mi somnolencia, sentí varios dedos que acariciaban mi concha a través de mi diminuta tanga. En un momento me levanté para dirigirme al baño y, al sentarme en el inodoro, descubrí que uno de esos tipos se había quedado con mi tanga?Así atontada como estaba, comprobé que nadie me había cogido esa noche, ya que mi concha estaba seca y bastante apretada.Allí sentada abrí mis piernas y comencé a tocarme, metiendo mis dedos bien adentro dentro de mi concha. Pronto la sentí bien humedecida y finalmente llegué a un buen orgasmo, aullando como una perra?Salí del baño y decidí irme a casa.Ya en el estacionamiento del boliche, me di cuenta de que no estaba en condiciones de manejar y entonces me bajé de mi auto y busqué una agencia de remises, para que alguien me condujera a mi casa.El chofer que me tocó fue un hombre bastante mayor, serio pero conversador, aunque no pude recordar nada de lo que intentó charlar conmigo?Nunca supe cómo hice para entrar a mi casa. A la mañana siguiente desperté bastante tarde y me encontré acostada boca abajo en mi propia cama, todavía vestida, aunque sin mi tanga y con mis propios fluidos vaginales deslizándose entre mis muslos.Me metí un par de dedos en la vagina y comprobé que, al menos, el chofer que me había dejado en casa no se había aprovechado de mi estado tan calamitoso y deplorable. No tenía adentro semen ajeno?Así recostada boca abajo, sentí una tremenda calentura y me hice una paja con los dedos, hasta acabar gritando. Levanté mi cabeza de la almohada y sentí un dolor punzante en la nuca. La resaca que traía era lamentable.A duras penas logré levantarme de la cama y arrastrarme hasta el baño, para tomar una buena ducha caliente y reparadora.Mientras me secaba el pelo busqué mi teléfono y, después de un largo rato, pude encontrarlo en la puerta de entrada, tirado en el piso. No pude encontrar mi cartera por ningún lado. Fui hasta la cocina por un café que me aliviara un poco la resaca, cuando sonó mi teléfono. Era un número desconocido. Sin embargo, la voz al otro lado me pareció conocida:?Nena, por fin te despertaste? Claro, después de la joda de anoche?? Pregunté quién hablaba y me dijo que era el chofer que me había traído.Me dijo que me había olvidado mi cartera en su auto; por eso sabía mi número de teléfono, lo había encontrado en mi tarjeta de visita?Le pregunté cómo podíamos hacer para que me la devolviera y entonces se descolgó con una respuesta increíble?Dijo que tenía en su poder una grabación de video con lo que yo había hecho en su auto mientras me traía a mi casa; agregó que era bastante interesante y educativo.Le contesté que no recordaba nada de la noche anterior y entonces recibí otro mensaje,Al abrir el contenido, encontré un video que duraba unos tres minutos.Allí me reconocí en el asiento trasero de un auto, con mi vestido levantado hasta la cintura, sin ropa interior y con mis piernas abiertas al máximo.Pero lo peor de todo, era la tremenda paja que me estaba haciendo con mis dedos, bien metidos a fondo entre mis inflamados labios vaginales?El clip acababa conmigo acabando y aullando como una verdadera perra.El teléfono volvió a sonar??Ahora ya lo recordaste, putita??? ?Y si se lo muestro a tu maridito???Lancé una carcajada, diciéndole que mi esposo no iba a asustarse por verme masturbándome en un asiento trasero. Y luego colgué. Pero entonces el teléfono repicó otra vez y otro video apareció en la pantalla?Era casi la misma escena, yo sentada con mi vestido levantado, mostrando mi pubis depilado; pero esta vez, mi boca estaba comiéndose una verga dura mientras alguien me metía sus dedos en mi concha??A tu maridito también se la chupas como me la chupaste a mí???Esta vez no colgué y le pregunté qué quería a cambio de mi cartera y de que borrara esos videos??Quiero tu lindo culo, nena? anoche no valía la pena cogerte??Colgué furiosa, temblando de rabia. El teléfono sonó nuevamente y su ahora desagradable voz susurró:?Mañana voy a tu casa al mediodía? esperame sin bombacha??Esa noche casi no pude conciliar el sueño, Estuve desvelada todo el tiempo, dando vueltas en la cama, pensando cómo zafar de la amenaza de ese remisero?Por la mañana me di una buena ducha caliente y me vestí; pero, nunca supe por qué, no me puse una tanga, Estuve todo el tiempo con mi concha y mi culo al aire libre; pensando que tal vez ese tipo no aparecería en la puerta de mi casa. En el fondo, estaba esperando que lo hiciera?A mediodía en punto sonó el timbre de calle.No lo reconocí; ya que mi borrachera me había borrado la memoria.El tipo sonrió y estiró su brazo, entregándome mi cartera. Me dijo:?Aquí está tu cartera; ahora quiero ver si estás usando bombacha??Allí mismo en la puerta de calle, me levanté el vestido, hasta mostrarle mi pubis perfectamente depilado. El hijo de puta sonrió satisfecho.Avanzó unos pasos y entró a mi casa.Yo no sabía qué hacer; pero él entonces tomó las riendas del asunto:?Quiero que me entregues tu culo, nena, o yo le entrego todo a tu marido?.Me dijo que hoy me encontraba en estado de sobriedad y entonces él podría disfrutar de mi cuerpo sin ninguna culpa?Lo conduje al jardín del fondo; si iba a cogerme, no sería en mi cama...Le dije que se pusiera cómodo y entonces comenzó a desnudarse. Luego se sentó en una reposera y me ordenó que me acercara a él. Apenas lo hice deslizó sus toscas manos por mis tobillos, mis pantorrillas y mis muslos; hasta que finalmente sus dedos rozaron mis labios vaginales.?Ya lo sabía, putita? estás chorreando y apenas empecé a tocarte??Era verdad. Toda la situación me había calentado demasiado y, a pesar del asco que ese tipo me daba, no podía dejar de estar muy excitada.Tenía ganas de que me cogiera, pero no me animaba a decírselo.De repente me hizo inclinar sobre él, quedando mi cara a unos centímetros de su verga erecta. La tenía bastante grande y ya muy dura?Me ordenó chupársela; pero le dije que me daba asco y entonces me lanzó un par de bofetadas a la cara. Me tomó por los cabellos y me hizo dar vuelta en el aire. Quedé tirada en el suelo, a cuatro patas.El viejo se abalanzó sobre mí y sus manos alzaron mi vestido hasta la cintura, dejando mi trasero expuesto. Suspiró de placer al verme así?Apoyó sus manos sobre mi cintura, para evitar que yo me pudiera levantar.Entonces sentí el peso de su verga endurecida golpeando entre mis nalgas. Escupió sobre mi estrecha entrada trasera y entonces yo intenté debatirme, pero el viejo me sostuvo con firmeza y me azotó las nalgas desnudas.Me ordenó que me quedara quieta, o sería todo peor. Abandoné la resistencia, pensando que dejarme coger por ese viejo tal vez no sería tan malo. Entonces lo sentí entrar en mi estrecho culo.Traspasó con un poco de esfuerzo mi esfínter anal y enseguida comenzó a bombearme el culo sin piedad?Me dio unos embates largos y bastante violentos, como si quisiera lastimarme a propósito. Me abandoné a sus instintos y lo dejé hacer?Después de diez minutos por fin acabó, llenándome el culo de semen.Se salió de mi cuerpo y cayó exhausto sobre la reposera otra vez.En silencio se vistió y me pidió que lo acompañara hasta la puerta de calle.Al despedirme dijo que podía quedarme tranquila, porque antes de venir había borrado los dos videos de la noche anterior. Respiré aliviada y luego de cerrar la puerta, me fui a dar un baño de inmersión, para sacarme del cuerpo el semen y el olor a sudor de ese viejo.Mientras estaba relajada, sumergida en el agua caliente hasta el cuello; sonó mi teléfono. Era mi adorado Víctor, preguntándome quién era ese viejo que se veía en un video que había recibido unos minutos atrás y que me estaba rompiendo el culo en nuestro propio jardín del fondo?