Bienvenido a casa, mi amor¡¡¡

Bienvenido a casa, mi amor¡¡¡Mi novio y yo llevamos juntos 10 años. Nos conocemos muy bien , tan bien que estamos seguros de pasar nuestra vida juntos. A lo largo de todos estos años hemos vivido y compartido toda clase de momentos. Desde hace unos años llevamos una relación abierta, nos permitimos invitar a otros hombres a compartir en la intimidad con nosotros. En un inicio solo aceptábamos interacción en trío ya fuera que los tres participáramos de manera activa o uno jugará solo de espectador, siempre con mutuo acuerdo.Mi novio y yo somos dos hombres de 36 años, delgados, estatura promedio, profesionistas, pulcros , cabello oscuro, barba y atractivos. Mi novio es versátil aunque se inclina más por ser pasivo a pesar de contar con una herramienta entre las piernas de 19cms. Uncut. Yo disfruto ser pasivo pero en situaciones especiales. Tengo un pene grueso cut y un par de testículos que le cuelgan.Yo había iniciado en un nuevo trabajo y me encontraba en la semana de asimilación de tareas. Mi novio, Nacho, estuvo preguntándome en varias ocasiones a que hora llegaría a casa pero solo pude contestarle con una hora aproximada. Era viernes y deseaba dejar todo terminado. Casi a las 9 pm logré poner punto final a mis actividades y me dirigí a nuestra casa.Tardé poco más de 30 minutos en llegar, previo a eso le hice una llamada a Nacho para avisar que me dirigía de regreso y pregunté si necesitaba algo del camino. Su voz sonaba algo diferente, logré percibir la emoción en sus palabras y sus preguntas no hicieron más que generarme un mayor morbo.Llegué a casa y abrí la puerta como siempre, la sala estaba a media luz, sobre la mesa había un par de latas de cerveza y un cenicero con un par de bachichas de cigarro. Mi novio no fuma. Caminé despacio para no hacer mucho ruido y no alterar a los perros. Junto a los muebles, en el suelo estaban varias prendas de vestir. Reconocí el pantalón de mi novio y una de sus playeras favoritas; al lado había otro pantalón y una camisa a cuadros.Me acerqué a la escalera con mayor cautela, pronto reconocí los sonidos del sexo. Arriba, en nuestra habitación, se encontraba mi novio con alguien más. Escuche sus murmullos entre sonidos de besos. Subí un par de escalones más. Ahora lograba escuchar la respiración acelerada y profunda, gemidos y besos pero los murmullos empezaban a ser más claros.- Besas muy rico ? murmuró mi novio.- Tú también ? respondió la voz desconocida.- No te detengas ? ordenó mi novio con un dejo de voz excitada.- Ya quiero sentirte ? respondió el extraño con voz más elevada.- Ya te dije que puedes empezar cuando lo desees ? agregó Nacho.Subí un par de escalones más para lograr tener visibilidad. Con mucho sigilo me moví y pude verlos a los dos sobre nuestra cama.Nacho estaba bocarriba sobre la cama, semidesnudo. Llevaba puesto solo un brief blanco, tenía uno de sus brazos sobre el cuello del invitado y su otra mano sujetaba su cadera dando cadencia a sus movimientos. Sus piernas estaban abiertas y entornadas sobre la cintura de aquel desconocido.El susodicho era evidentemente más corpulento que mi novio, tenía las piernas tupidas de vello negro, vestía solo unos boxers ajustados a rayas. Estaba sobre mi novio, y por la diferencia de masa corporal parecía que lo tenía a su merced. Se besaban con mucha pasión y de vez en cuando el desconocido movía su cadera restregándose sobre mi pareja provocando una serie de gemidos y exhalaciones de excitación.Mi curiosidad me exigía ir directo a ellos y ver en primera fila la acción pero el morbo y la excitación de estar de incógnito me excitaba aun más. De repente tuve una idea. Baje las escaleras con el mismo sigilo mientras los besos y murmullos volvían al ambiente. Llegué a la sala y tomé el pantalón que no era de Nacho, sentí la billetera y la saqué lentamente, la abrí y mire el carnet de identificación del hasta ese momento desconocido.Era un joven bastante atractivo, cabello negro ondulado, cara redonda, ojos grandes y labios carnosos. Según mis cálculos rápidos tenía 29 años y se llamaba Víctor. Regresé la billetera a su lugar y volvía a subir las escaleras con el mismo sigilo pero esta vez con mayor premura.Llegué justo en el momento indicado. Víctor había levantado su cuerpo un poco para permitirle a Nacho que le despojara de su ropa interior, se paro al pié de la cama y pude ver su atractivo perfil. Tenía el pene erecto y permanecía rígido. Debía medir 18-19 cms. El invitado se acercó a mi novio para desnudarlo e inmediatamente después le pidió se pusiera sobre 4.Mi novio obedecía cada orden que recibía, justo al ponerse en 4 y acercarse a la orilla de la cama Víctor se hincó sobre una rodilla y empezó a besar sus nalgas. Al principio la respuesta de Nacho fue casi nula pero cuando Víctor se lanzó a comerle el culo mi novio empezó a jadear y gemir sin parar. El invitado de mi novio era un experto en el arte de mamar culo. Pasaron unos minutos y Víctor se paro. Su miembro estaba notablemente más duro. Se acercó un poco y manipulando su verga empezó a acariciar el culo de mi novio. La reacción de Nacho me estremeció. Aquellos gemidos promulgaban una excitación única. Mi pene también quería acción y la prisión de mis jeans empezaba a incomodarme. Víctor continuó jugando con su pene entre las nalgas de mi novio y pude captar como poco a poco iba empujando cada vez más su pene directo en el culo de mi amado.Mi novio se volteó e introdujo todo el miembro de Víctor en su boca. No es falsa modestia pero mi novio es un experto a la hora de comer rabo y la cara y las expresiones de su amante me lo constataron. Víctor a penas al sentir la succión de la boca de Nacho empezó a emitir sonidos con la garganta, su respiración se aceleró y segundos después le pidió le permitiera acomodarse en una posición mas cómoda para poder disfrutar de las pericias orales de mi novio.Nacho estaba deleitándose con aquel suculento trozo de carne y yo asumí que ya habría olvidado que en algún momento llegaría. Sabía que su intención era que los encontrara en el acto. Era una de nuestras fantasías.Baje de nueva cuenta pero esta vez me dirigí al baño, me enjuagué los dientes, me peiné un poco y me puse desodorante. Subí con menos cautela, descalzo, esta vez iría directo a la habitación pero no contaba con sus murmullos al subir las escaleras.Podía escuchar los jadeos de ambos, las respiraciones aceleradas; reconocí las exhalaciones de Víctor y los gemidos de Nacho.- Me tienes muy caliente ? Dijo Víctor.- Se siente ? murmuro Nacho.- Cómo lo sientes? ? preguntó Víctor.- En tu verga, esta durísima ? Respondió mi novio e inmediatamente lanzó un gemido de placer acompañado de respiraciones aceleradas.No aguanté más y me dirigí directo a la habitación. Los dos estaban desnudos. Víctor estaba acostado con las piernas colgando en la orilla de la cama y mi novio montado sobre él. Tenía una mano sujetando su miembro erecto y moviéndolo cerca del culo de mi novio, con su otra mano sujetaba su cadera haciendo presión para que Nacho se terminara de sentar.- Hola ? dije al llegar.- Hola, mi amor. Cómo te fue en el trabajo? ? preguntó mi novio sin moverse de su lugar.Víctor no dejó de hacer lo que estaba haciendo y mi presencia ni siquiera lo incomodó, al contrario su respiración se agitó, era claro que aquella situación le había excitado aun más. Me miró y lanzó una sonrisa pícara.- Con tu permiso ? Dijo Víctor dirigiéndose a mi.En ese momento deslizó su miembro suavemente entre las nalgas de mi novio, buscó el orificio anal y empujó con suavidad su pene dentro de él. Nacho ahogó el gemido que brotó de él y puso ambas manos sobre el pecho del que ahora era su hombre. Víctor puso sus manos en la cadera de mi novio y lo sentó suavemente hasta que llegó a la base de su verga rígida. La cara de placer de ambos fue espectacular.Nacho siguió montando a Víctor. Sus movimientos eran suaves al inicio pero poco después aquel macho empezó a moverse también haciendo que su falo entrara cada vez más profundo. En un par de ocasiones había sujetado a mi novio de la nunca para acercarlo a él y besarlo. La escena era candente.Yo me movía por toda la habitación buscando el mejor ángulo posible. Ver el majestuoso miembro de Víctor lubricado resbalar dentro del cuerpo de mi novio me estremecía en excitación. De vez en cuando aprovechaba y acariciaba sus testículos o sujetaba los pocos centímetros de verga que quedaban fuera del culo de Nacho.De pronto mi novio se levantó y Víctor se puso de pié, Nacho se acomodó en 4 para que su amante de la noche volviera a penetrarlo. Víctor se acercó y perfiló su miembro para introducirlo nuevamente pero le pedí que esperara un poco, tomé un frasco y con mi mano unte lubricante en su verga. Los dos volvieron a los gemidos de placer, mi novio sobre sus extremidades recibía el falo de su hombre. Víctor se movía con mucha pericia, poco después subió ambas piernas a la cama y montó como perro a mi novio. Yo me coloqué detrás de ellos para poder ver la escena aun mejor.Siguieron así unos minutos más hasta que Víctor le indicó a mi novio como acomodarse nuevamente. Ahora ambos estabas sobre su costado izquierdo, mi novio delante y Víctor tras él penetrándolo con profundidad.- Víctor, por cierto ? Se presentó al fin el ?desconocido?.- Fermin, un placer ? le respondí la cortesía.- El placer es mío ? dijo Víctor con la respiración acelerada y la voz entrecortada. Me recosté sobre la cama en dirección contraria para ver como ese hombre poseía a mi novio; y a mi novio gozar sin tabúes a ese hombre frente a mi.Víctor hizo un movimiento rápido y se colocó sobre Nacho, abrió sus piernas y se acomodó en medio de ellas, las levantó un poco e introdujo su mástil masculino suavemente. Poco a poco fue soltando las piernas y prosiguió a besar y abrazar a mi novio. Una vez que lo tenía completamente entre sus brazos empezó a moverse con mayor lentitud y suavidad, en cada embestida hacía un movimiento de cadera sin dejar de besar a mi amado novio.Nacho gemía entre los besos inagotables de su amante. Aquel movimiento le generaba más placer del que yo había podido darle en todos nuestros 10 años juntos, y estar entre los brazos de aquel hombre provocaba en él un frenesí de placer. Las manos de mi novio recorrían la espalda sudada de Victor. Víctor no dejaba de jadear y Nacho no dejaba de gemir. De repente el amante de mi novio dejo en pausa sus besos y volteó brevemente hacía atrás buscándome.- Fer, me puedo venir adentro de tu novio? ? preguntó con la voz apremiante. - Claro que si¡ - respondí con gran excitación- No hay problema con que se los deje adentro? ? Reiteró.Yo sabía a que se refería, estaba al tanto de todo lo que estaba sucediendo e iba a suceder. Mi novio estaba aun más excitado después de oír tales preguntas pero decidí ir más allá.- Dejarle qué? ? pregunté fingiendo no saber a que se refería.- Mi semen... ? dijo Víctor entre jadeos. Era evidente que estaba por eyacular.- No traes condón? ? cuestioné pero con fingida sorpresa.Los gemidos de Víctor aumentaron, su respiración se descontroló e hizo un intentó por sacarla antes de eyacular pero yo lo detuve de la cadera y volví a empujarlo dentro de Nacho. - ¡Bésalo¡ - ordené al oído a Víctor.Víctor se abalanzo sobre mi novio besando su boca con pasión carnívora, sus embestidas eran cada vez más profundas y sus gemidos más altos. Nacho empezó a gemir sincronizado, sujetó de la cadera a su hombre y lo jalaba hacía dentro de él. Víctor gimió por varios segundos sin dejar de meterla en mi novio. Su semen había empezado a salir por la presión. Cuando al fin sacó su miembro semierecto del interior de mi novio un par de gotas abundantes y lechosas escurrieron de su culo. Ahora mi novio estaba lleno del semen de otro hombre. Había sido poseído por otro. Víctor era el nombre de su actual dueño.Yo tenía el pito como una piedra, gota tras gota de preseminal escurría de él. Sentía mis testículos llenos de semen ardiente que anhelaba salir pero no quería vaciarme antes de ver culminado aquel espectáculo. Pero un pensamiento se adueño de mi mente. No quería mancillar la marca de Víctor, no quería que mi novio dejara de ser de su propiedad. Me negué a vaciarme dentro de Nacho donde es mi lugar desde hace años y en lugar de eso me masturbé. Solo requerí un para de toqueteos para que los chorros de leche hirviendo salieran expulsados empapando mi abdomen y mi pecho.Los tres estábamos extasiados sobre la cama.- Y en qué trabajas ? me preguntó Víctor para generar tema de sobre cama.- En una escuela ? respondí intentando recuperarme.- Sueles salir tarde ? volvió a preguntar Víctor.- Creo que habrá días en que salga tarde y otros a tiempo ? dije mientras me giraba hacía ellos.- Puedo venir los días que salgas tarde ? esta vez las palabras de Víctor parecían inocentes.- Puedes venir cuantas veces y cuando quieras. Mi novio ahora también es tuyo.